No
recuerdo bien cúando fue que la conocí… Pero recuerdo que volvía de la escuela…
Estaba soleado, cuando de la nada nubes enormes cubrieron el cielo y dieron
paso a una gran tormenta, corrí a
esconderme y esperé a que pasará… Lo raro
es que esa gran tormenta duró menos de un minuto y, las nubes tan rápido y
misteriosamente como habían llegado, se fueron.
Salí
de mi escondite y estaba a punto de emprender marcha hacia mi casa cuando de la
nada escuché: - Hola ¿Cómo te llamás?- Me di vuelta, sólo para toparme con una
niña con un aspecto similar al mío, para hacer precisos, parecíamos gemelos, y
a pesar de que yo soy un chico era muy fácil notar las similitudes.
Yo tenía una remera color aqua claro, pantalones negro, una
mochila negra, zapatos de vestir negro con medias blancas. Además tengo el pelo castaño claro, corto y ojos
azules.
Ella llevaba un vestido color aqua claro, zapatos de vestir
negro con medias blancas 3 /4 y un bolso
negro. Tenía cabello castaño claro, ni largo ni corto, recogido por dos colitas
negras y ojos azules.
-¿Cómo te llamás?- volvió a preguntar. En ese momento
reaccioné. –Mí…mi nombre es Jake -dije
al fin. Ella sonrío y dijo - Mi nombre es Jenny, encantada de conocerte- Y extendió
su mano para saludarme, la saludé. Era increíble, no sólo nos parecíamos
físicamente sino también nuestros nombres se parecían. Como nunca la había
visto le pregunté si vivía por la zona o más lejos. - Yo no vivo ni aquí ni allá, ni en el pasado ni en el futuro-. Me quedé atónito, pues no me esperaba esa
respuesta. Le pregunté si quería venir a mi casa a lo que ella respondió que
iría encantada. Durante el camino traté de averiguar algo más sobre esta
extraña chica, por lo visto no tenía casa ni padres, pero no se veía como una
chica que viviese en la calle. Tenía
ropa de buena calidad, incluso podría decirse que de marca, sus zapatos
relucían como si fuesen recién comprados y tenía el cabello bien arreglado.
Cuando llegamos a mi
casa encontré a mis padres como siempre pegados al teléfono, hablando con todos
los clientes que los contactaban. Mis padres son vendedores de bienes raíces y
se toman muy en serio su trabajo. Apenas levantaron la vista para saludarme a
mí y a la nueva compañía que había llegado a casa. La guié hasta mi habitación, nos sentamos en mi cama y
le informé con una sonrisa que la comida no tardaría en estar lista. En un momento
dejé de sonreír y dije, susurrando, - Desearía que me prestaran un poco más de
atención… - De la nada levanté la cabeza y con una sonrisa fingida le dije: -Perdón
no debería contarte mis problemas- Mi sonrisa debió ser por demás de falsa ya
que me miró con cara de preocupación, de la nada se incorporó bruscamente y con
una sonrisa en la cara dijo: - Mi misión
a partir de ahora será que pases tiempo con tus padres- Y yo, sinceramente, esperaba que esas
palabras se cumpliesen.
Bajamos a comer y como era de costumbre ese era el único
momento en el que dejaban sus celulares. En ese momento fue cuando realmente se
percataron de Jenny y le comenzaron a hacer preguntas sobre ella, cuando
preguntaron dónde vivía yo les dije que era estudiante de intercambio que nos
habíamos conocido en la escuela y que no tenía un lugar donde quedarse para
poder cubrir el hecho de que había salido de la nada. Mis padres aceptaron
hospedarla y darle una casa mientras estuviera de intercambio.
Durante la tarde esa nueva huésped y yo mirábamos TV,
cuando de la nada Jeny se incorporó y de su pequeño bolso sacó una enorme
maqueta sin terminar, llamó a mis padres y les dijo que teníamos que hacerla
para la escuela, les preguntó si nos podrían ayudar. Fue la primera vez, en
mucho tiempo, que hacíamos algo juntos además de comer. A la hora de ir a dormir Jenny me dijo al oído – Te
dije que iba a hacer que tus padres jugarán con vos- Luego dio media vuelta y
se quedó dormida.
Así Jenny siguió día tras día buscando formas en las que
podría pasar tiempo con mis padres haciendo de cada uno de esos días únicos,
especiales y diferentes.
Así siguieron las cosas por un par de semanas hasta el día de
mi cumpleaños. Mis padres por fin me
prestaban atención. En mis cumpleaños comúnmente mis padres habrían estado
atendiendo clientes todo el tiempo, pero este cumpleaños había sido diferente,
mis padres no revisaron sus celulares ni una sola vez en todo el día. Todo
estaba bien, pero en un momento no
lograba encontrar a Jenny. Salí al patio
del salón que estábamos alquilando y la encontré. Allí estaba mirando el cielo
nocturno, estrellado. - Cumplí mi promesa ¿no?-
dijo. Creo que ya es momento de que me vaya. -¿A dónde irás?- pregunté.
-A ese extraño lugar del que te hable cuando nos conocimos, donde no es ni aquí
ni allá, no hay ni pasado ni futuro-. Se giró hacia mí sonriendo. -Adiós Jake,
ha sido un placer conocerte, espero volver a verte- . De la nada se levantó una gran tempestad igual a la
que apareció el día que la conocí. Aparecieron
esas nubes extrañas y luego la tormenta me cubrió los ojos para que no me entrara
tierra y tan misteriosa como apareció
esta y la anterior vez la
tormenta desapareció al igual que Jenny, parecía que se había desvanecido en el
aire. Asustados por los ruidos de la
tormenta mis padres salieron a preguntar cómo estaba. –Bien- contesté- ¿Dónde está Jenny, la han visto?- atiné a
preguntar. -¿Quién es Jenny?- preguntaron desconcertados. Intenté explicarles
pero era como si ella jamás hubiera aparecido en nuestras vidas, no la
recordaban.
Ellos entraron y yo me quedé afuera, en un momento, entre los
pastizales pude ver un papel, era una nota que decía: “Cumplí mi promesa,
espero que algún día vengas a visitarme en el lugar que no es ni el aquí ni el
allá, que no es ni el pasado ni el futuro sino que es el presente. Disfrutalo
mientras lo tengas ya que el tiempo pasa tan rápido que a veces puedes perder
algo que no sabías que tenías. Espero tu visita” Jenny.
Desde ese día valoro más los momentos con mis seres queridos.
Esa fue la última vez que vi hasta ahora a esa niña misteriosa.
La niña misteriosa. Cuento ganador MTLC 2019. Autora: Anahí Gutierrez 1° A 2019.
Selección de Ilustración y edición digital: Lorenzo Rivera.